El Nuevo Mundo de Cristobal Colón

Cuando Cristobal Colón llego a las tierras tropicales de las Islas de Bocas del Toro en su 4to viaje en 1502, nunca se imagino que este paraìso seria un mundo de springbreakers, turistas de todas partes del mundo, calypso y bares internacionales con musica de Bob Marley, atardeceres espectaculares, veleros, botes, calles abarrotadas y comida rica en sabores y colores. Pues esto fue lo que encontre al llegar a la Isla Colon.

El ferry se toma en el Purto de Almirante o Changuinola, saliendo yo del primer puerto y a través de un viaje de alrededor hora y media. El paisaje es asombroso, lleno de manglares, aguas verdeazules y turquesas, y cabañas indigenas escondidas entre la vegetación. El mar Caribe y la brisa tropical se combinan logrando crear un entrono fascinante en esta región del país.

Las primeras vistas de la Ciudad de Bocas del Toro son tipicas de postales, con una cantidad considerable de construcciones sobre palafitos, y colores vivos que encierran una cultura caribeña., predominante en varios países y regiones. Las calles amplias y bien trazadas muestran orden y limpieza, y en cada rincon encuentras bares y restaurantes con ingeniosas decoraciones llenas de color e imagenes de la flora y fauna tropical. Solo escuchas inglés en un 90% de las veces, ya sea con acento caribeño, europeo o norteamericano.

Los restaurantes tienen terrazas magníficas sobre el agua, auqneu un poco vacías durante el día. Sin embargo en la noche la ciudad se transforma y todos los bares, restaurantes y discotecas se llenan de extranjeros. Me llamo mucho la atención la iluminación utilizada y los ingeniosos adornos hechos con cocos, mesas de corteza de arboles y clubes nocturnos con pisos de arena. Conocí mucha gente a practique algo de mi inglés...que ya era hora...jejeje y comparti con gente de diversas culturas y países, pero sobre todo disfrute del lugar y del ambiente de fiesta tropical que predomina.

Locomotora en el Patio de Contenedores de Almirante

El Carguero de Contenedores CHIQUITA SCANDINAVIA esta listo para zarpar hacia Noruega con loscontenedores llenos de banano, en el Puerto Internacional de Almirante

La decoración de los bares y restaurantes en Bocas del Toro es muy interesante. Aquí hay una muestra, un Totem Polinesio adorna la entrada de esta discoteca muy popular.

Palacio Municipal de Bocas del Toro, edificio histórico de principios del siglo XX que está siendo remodelado actualmente

Uno de los bares de Bocas, típico y lleno de chichis gringas..jejejejejee.....buena música, ambiente
excelente

Uno de los muchos puertos de la Isla Colón, llenas de botes privados y taxis para turismo y recorridos, en medio de las terrazas de los bares y restaurantes

Bueno, aqui estoy yo en el ferry rumbo a Isla Colón, al fondo la Costa del Archipiélago

Cabañas Indígenas escondidas entre la vegetación, en el recorrido del Ferry entre Almirante e Isla Colón

Bocas del Toro: Paraiso Tropical

Siguiendo con mis aventuras de viajero mochilero (jajaja), por fin he llegado a conocer uno de los lugares mas espectaculares de mi pais: El paraiso tropical de Bocas del Toro, sencillamente impresionante.
Llegando al amanecer y partiendo de David, pude observar uno de los paisajes mas hermosos que he visto en mi pais, selvas enormes y verdes, abundancia de gigantescos arboles, helechos y plantas de banano en medio de inmensas laderas de montanas y caudalosos rios. Una temperatura muy agradable y bosques llenos de neblina. Y por supuesto el paso a traves de la poderosa Represa de La Fortuna, que impresionante detiene la furia del poderoso Rio La Fortuna. Una cantidad de emociones me hacen pensar que hasta ahora en toda mi vida habia podido tener la oportunidad de conocer este paraiso.
Ahora mismo me encuentro en la poblacion de Almirante, un pueblo que parece haber salido de una novela de Gabriel Garcia Marquez, similar al mistico Macondo que describe en su novela 100 Años de Soledad. Calles solitarias, claro con la caracteristica que es una version caribeña, con su arquitectura tradicional y colores vivos.
Almirante me hace sentir como si hubiera retrocedido en el tiempo, tradicional, tranquilo vez una serie de contrastes en cada rincon de la poblacion. Por un lado, observas antiguas casas palafiticas que datan de principios del siglo XX, enmarcadas con los espectaculares oceanos verdes de banano que se extienden hasta el infinito. La cultura del banano ha dominado la vida de Bocas del Toro por casi 150 años y es evidente que el poder de las trasnacionales se sienten en cada lugar y en cada esquina
El tren atraviesa el pueblo atestado de gente como si fueran los ferrocarriles de la India y se siente cierta agresividad en la idiosincracia de la poblacion. Un ingles con acento extrano se escucha en todas partes, pero en general se hablan los dos idiomas.
El puerto de Almirante me ha gustado mucho y hay enormes contenedores apilados a las orillas en medio de cantidades de aves marinas que revolotean al lado de los barcos de pescadores. Espero ir mañana a la Isla Colon, atravesando en el ferry el canal que la separa de tierra firme. Estuve unas horas en Changuinola, la cual es el centro neuralgico de toda la provincia, atestada de comercios y bullicio pero con el sabor caribeno de todas las ciudades de esta region. Sin embargo, para llegar a la ciudad hay que atravesar un estrecho puente bastante inestable por cierto, como una especie de embudo de un solo carril, aunque se esta construyendo otro nuevo al lado del antiguo.

Los Rios atraviesan el Poblado de Almirante, tendiendo cada casa un pequeño muelle en la parte de atras y acceso a calles por delante.

Barco Hundido en el Puerto de Almirante, al fondo un barco pescador, en la Bahia de Almirante

Iglesia Caribeña de tipica arquitectura afroantillana en Almirante. Actualmente la estan restaurando y hay un colegio bautista junto a la misma.