Bocas del Toro: Paraiso Tropical

Siguiendo con mis aventuras de viajero mochilero (jajaja), por fin he llegado a conocer uno de los lugares mas espectaculares de mi pais: El paraiso tropical de Bocas del Toro, sencillamente impresionante.
Llegando al amanecer y partiendo de David, pude observar uno de los paisajes mas hermosos que he visto en mi pais, selvas enormes y verdes, abundancia de gigantescos arboles, helechos y plantas de banano en medio de inmensas laderas de montanas y caudalosos rios. Una temperatura muy agradable y bosques llenos de neblina. Y por supuesto el paso a traves de la poderosa Represa de La Fortuna, que impresionante detiene la furia del poderoso Rio La Fortuna. Una cantidad de emociones me hacen pensar que hasta ahora en toda mi vida habia podido tener la oportunidad de conocer este paraiso.
Ahora mismo me encuentro en la poblacion de Almirante, un pueblo que parece haber salido de una novela de Gabriel Garcia Marquez, similar al mistico Macondo que describe en su novela 100 Años de Soledad. Calles solitarias, claro con la caracteristica que es una version caribeña, con su arquitectura tradicional y colores vivos.
Almirante me hace sentir como si hubiera retrocedido en el tiempo, tradicional, tranquilo vez una serie de contrastes en cada rincon de la poblacion. Por un lado, observas antiguas casas palafiticas que datan de principios del siglo XX, enmarcadas con los espectaculares oceanos verdes de banano que se extienden hasta el infinito. La cultura del banano ha dominado la vida de Bocas del Toro por casi 150 años y es evidente que el poder de las trasnacionales se sienten en cada lugar y en cada esquina
El tren atraviesa el pueblo atestado de gente como si fueran los ferrocarriles de la India y se siente cierta agresividad en la idiosincracia de la poblacion. Un ingles con acento extrano se escucha en todas partes, pero en general se hablan los dos idiomas.
El puerto de Almirante me ha gustado mucho y hay enormes contenedores apilados a las orillas en medio de cantidades de aves marinas que revolotean al lado de los barcos de pescadores. Espero ir mañana a la Isla Colon, atravesando en el ferry el canal que la separa de tierra firme. Estuve unas horas en Changuinola, la cual es el centro neuralgico de toda la provincia, atestada de comercios y bullicio pero con el sabor caribeno de todas las ciudades de esta region. Sin embargo, para llegar a la ciudad hay que atravesar un estrecho puente bastante inestable por cierto, como una especie de embudo de un solo carril, aunque se esta construyendo otro nuevo al lado del antiguo.