LA PEQUENA ZONA O

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(Foto Cortesia de La Prensa.com)

"Senti que el mundo se venia encima cuando una inmensa bola de fuego exploto sobre la calle..."

Fue un momento horrible y memorable lo que vivi ayer en el corazon del area bancaria de mi pequena ciudad de Panama. La explosion de un camion de gas provoco un caos horrible y enorme y el sentimiento de panico que se vive en medio de catastrofes similares es indescriptible. Si un pequeno camion de gas provoco semejante caos, no me imagino lo que deben haber sufrido pueblos como Haiti, en medio del horror.

Eran aproximadamente las 2 y media de la tarde cuando sentimos la primera explosion. En nuestras oficinas todos los vidrios temblaron, incluso los cimientos mismos del edificio. Muchos pensamos que solo fue un trueno o un pequeno temblor.

Luego, un espeso y denso humo empezo a salir de entre algunos de los edificios vecinos. En medio de la incertidumbre general, fue cuando escuchamos la segunda explosion. El panico se apodero de todo el mundo, corriendo y bajando las escaleras, dejando computadoras encendidas y desalojando los edificios.

Mientras tanto, afuera en las calles se acumulaba la gente, nadie sabia lo que pasaba, secretarias, oficinistas, banqueros, mensajeros, todos en medio de un caos y un tranque aterrador. La gente llamaba desde sus telefonos celulares y algunas mujeres lloraban, mientras en las construcciones adyacentes se asomaban cientos de obreros con sus cascos amarillos en todos los pisos.

De repente, una inmensa bola de fuego exploto sobre la calle con un rugido aterrador que nunca olvidare.... cientos de personas corrian desesperadas y aterradas hacia todas partes, el suelo temblo y pensamos que el mundo se nos venia encima...

La verdad fue una experiencia que nunca olvidare en mi vida. Y eso me pone a reflexionar sobre si estamos preparados o no para catasfrotes de este tipo y aun mayores. Solo fue una pequena muestra del terror que el mundo puede sufrir ante catastrofes naturales, atentados terroristas o accidentes urbanos. El panameno en su pequeno mundo feliz, de seguridad y de rumbas de fin de semana no esta acostumbrado a este tipo de eventos.

Panama esta bendecido, pero debemos poner de nuestra parte para evitar , respetando las normas de seguridad en las construcciones y equipos...que en el futuro sucedan accidentes y tragedias que lamentar y luego recordemos como un negro capitulo en nuestra historia...