EL MUNDO DE MAURO REYES

lunes, enero 16, 2006


LAS TRADICIONES VERNACULARES

Este fin de semana, estuve en las Fiestas de mi pueblo: Las Famosas Fiestas Patronales del Santo Cristo de Esquipulas de Antón. Una bellísima mezcla de folclore, misticismo, diversión popular, pero sobre todo una demostración de profunda fe religiosa y respeto por las tradiciones ancestrales.

La belleza de nuestro interior, producto de nuestra herencia hispánica, indígena y africana, se mezclan en todas las manifestaciones culturales de estas fiestas. Los panameños que hemos tenido la dicha de haber pasado nuestra infancia en el interior de la república, recordamos con grato placer y nostalgia las fiestas que disfrutamos durante nuestra niñez, y observamos que muchas cosas siguen inmutables, aunque otras han cambiado drásticamente.

La turbamulta de personas, el sonido de las bandas de murgas al paso de finos caballos purasangre de los hacendados y aristócratas que van a a lucir con una ostentación absurda el poder de las castas sociales que ridículamente aun tratan de mantener, y el servilismo de un pueblo todavia creyente de los apellidos, es uno de los aspectos que lamentablemente, todavia prevalecen.

Pero a eso se ve el contraste de la imagen de los campesinos, sencillos, humildes y puros de corazón en su fe, bajando de las montañas desde una semana antes, con minúsculas réplicas del Santo Cristo, y tocando violines y pequeños tamborcillos con un ritmo monótono y ceremonial. esta es una tradición que tiene casi 200 años y debe ser conservada, una joya de la cultura vernacular.

Algo muy impresionante es las miles de personas que acuden a la procesión, con velas encendidas, cantando y rezando, el ambiente se llena de mucho fervor, misterio, precediendo a la impresionante imagen del Cristo, totalmente iluminado y lleno de miles y miles de piececitas de oro y plata llamadas "milagros" en agradecimiento de favores recibidos, todo en medio de el olor del incienso y la comida popular, mietras la fria brisa de verano sopla bajando de las montañas del Valle de Antón.

Son estampas típicas de nuestro país. Son las caras de Panamá, las caras de nuestra tierra. Y cada región tiene sus propias costumbres, como pude observar en la región de Ocú y Chupampa, provincia de Herrera, la cual visité también recientemente.

Si quieren conocer la hermosa leyenda del Cristo de Esquipulas de Antón, cuya veneración data del siglo XVII, pueden visitar la siguiente dirección:

http://www.canal1.net/articulos.asp?art=sitios78&sec=sitios&mac=Turismo