EL DUEÑO DEL MUNDO

El impresionante operativo de seguridad y el gran despligue de poder que se movilizó con la llegada de George Bush a Panamá fue impresionante. Aviones de combate circulaban sobre el espacio aéreo panameño. Cientos de policías panameños y efectivos de seguridad norteamericanos circulaban por las calles haciendo imposible el tránsito normal de peatones y automóviles civiles. Era la llegada del hombre más poderoso del mundo.
Estamos en un mundo gobernado por un hombre. Siempre la humanidad ha estado en estas circunstancias, ya sea en nombre del Imperio, la República, el Partido del Pueblo, el Proletariado o la democracia, nunca ha cambiado esta situación: Los poderosos dominan a los débiles. Sin embargo, es extraño reconocer que en cierta forma, cuando una sola potencia domina al mundo, hay relativamente tiempos de paz, debido a que nadie es capaz de hacerle frente a semejante poder, declarando una guerra a la potencia dominante y reinando así la hegemonía de una sola autoridad en el mundo. Así vemos en la historia: Los tiempos en que nació y vivió Jesucristo en el siglo I eran tiempos de paz, porque el Imperio Romano gobernaba todo el mundo conocido. Los divinos Césares decidían sobre la vida y la muerte de millones de personas en Europa, Asia y África. Pero habia orden. Es la paradoja de la humanidad. No habia orden así cuando existía la Unión Soviética, ya que el poder estaba dividido y en los tiempos de la guerra fría siempre existió la inestabilidad y el temor de una guerra nuclear. Todo esto terminó cuando prevaleció E.E.U.U. como única superpotencia mundial.
Sin embargo, al parecer esos tiempos de relativa "paz" de la actualidad han terminado, producto de la desmedida política de los propios Estados Unidos. Luego de un período de tranquilidad, durante la administración Clinton, la familia Bush, con sangre guerrera en sus venas, nuevamente revuelve al mundo con sus campañas militares. Y ahora tienen a un enemigo horrible, el cual ellos mismos han creado, afectándonos a todos los pueblos sometidos a su dominio. Con la lleguada de George Bush, el dueño del mundo, a Panamá, estos enemigos pueden haber volteado sus ojos hacia nuestro pequeño país y nuestro pequeño canal. Dios quiera que no sea así, pero existe la posibilidad.
Vale la pena?..la humillación de revisar a la policía local en nuestro propio país, cerrar las calles como si estuvieramos en Berlín o la Antigua China comunista antes de su apertura?....cientos de panameños enjaulados caminando por las calles como si estuvieran en un campo de concentración nazi por la visita de este "señor"...Y lo más extraño de la historia: El padre del invitado de honor terminó con el régimen que fundó el padre del anfitrión. Pues así es la historia. Esperemos al menos que esta visita del "Emperador Romano" traiga al menos beneficios económicos para nuestro país. Porque la humillación sufrida no tienen precio.