PARAISO DESTROZADO
Hace 6 meses tuva la oportunidad de visitar la maravillosa ciudad de Acapulco, en México. Enclavada en medio de un clima desértico, esta ciudad, construida por el Gobierno de México, desarrolló una especie de jardín del Edén en medio del desierto. Atravesando un túnel (Maxitunel), pasando como 15 minutos bajo una montaña se entra a la inmensa ciudad turística, llena de hoteles lujosos, fuertes antiguos y puertos de cruceros. Este sitio espectacular tiene un ambiente de fiesta los 7 días de la semana y las 24 horas del día. Su Avenida Costanera Miguel Alemán, en la zona dorada, está repleta de bares de playa y cuanto sitio de diversión te puedas imaginar. Espectaculares luces de lásers inundan la bahía en el cielo nocturno y las discotecas mundialmente famosas nunca terminan la noche, como Hard Rock Café, Baby 'O ó Planet Hollywood. Sin embargo, esta hermosa esta ciudad, según conversè con un taxista luego de la farra y de vuelta al hotel me comentó que..."no se compara nunca con el paraíso de Cancún".

Cancún, el paraíso de Yucatán, de la Riviera Maya, construido en zonas que anteriormente eran reservas indígenas, pero de una belleza inigualable, ha sido hoy en día totalmente arrasado por el Huracán Wilma. Playas enteras han desaparecido, muertos en Cozumel, Isla Mujeres, Cancún y Tulum. Cientos de miles de turistas evacuados. Una pesadilla que se repite. El poder de la naturaleza se manifiesta nuevamente ante el hombre y este no puede hacer nada.
La laguna de Nichupté, increíblemente se unió con el mar abierto, devastando una franja de hermosas playas artificiales y hoteles lujosos.
Sin embargo, sé que el pueblo de Mexico se levantará de este desastre, pues tienen la sangre guerrera de los antiguos nauahtl o aztecas. Ya una rama de mi familia la tiene. Sé que Cancún volverá a ser el paraíso que siempre fue. Un saludo de apoyo y solidaridad al hermano pueblo de México en estos momentos difíciles que tengo fe lograrán superar.